Department/Institute:
UC3M. Departamento de Humanidades: Historia, Geografía y Arte
Degree:
Programa en Humanidades
Issued date:
2010
Defense date:
2010-09-04
Committee:
Presidente: María Isabel Fierro Bello. -- Secretario: Miguel Ángel Marzal García-Quismondo. -- Vocales: María Pilar Azcárate Aguilar-Amat, Philippe Senac, John Victor Tolan
Este estudio analiza la escultura románica hispana en el marco del contexto político
e ideológico de la lucha contra el Islam. La época del surgimiento y de la propagación del
arte románico hispano, entre mediados del s. XI y mediados del s. XIII, es tambiénEste estudio analiza la escultura románica hispana en el marco del contexto político
e ideológico de la lucha contra el Islam. La época del surgimiento y de la propagación del
arte románico hispano, entre mediados del s. XI y mediados del s. XIII, es también un
periodo marcado por el vertiginoso avance de la conquista cristiana de la Península y por el
desarrollo de las cruzadas. La guerra territorial contra el Islam condicionó el mensaje que
las autoridades eclesiásticas transmitieron a los fieles en forma de imagen en piedra. El
papado, la orden benedictina de Cluny y los monarcas hispanos estuvieron al tiempo
involucrados en la lucha ideológica o territorial contra el Islam y en la implantación de una
red de iglesias románicas por el territorio hispano. El estudio de los cantares de gesta, de
las fuentes monásticas y de las crónicas hispanas y de cruzada, permite comprobar la
formación de una ideología antiislámica en Occidente que encontraría su correspondencia
en la imagen monumental. En estas fuentes se observa la aparición del insulto como
instrumento de combate doctrinal y de la calumnia como medio de construcción de una
imagen peyorativa del enemigo religioso. Es entonces cuando se consolidan en Occidente
la serie de tópicos en los que se encerrará al Islam durante largos siglos. Mahoma y sus
secuaces serán calificados de “Anticristo”, “mentirosos”, “idólatras”, “fornicadores”,
“animales irracionales”, “politeístas”, “seres crueles”, y "bestias salvajes".
La escultura románica fue depositaria de la ideología antiislámica presente en los
textos monásticos, papales y cronísticos de combate contra el Islam, así como de una
imagen difamatoria del enemigo religioso difundida por los cantares de gesta. Por ello, la
metodología empleada para la elaboración de este estudio se ha basado en el uso
comparado de las fuentes escritas y de las figurativas, tratando de encontrar la
transposición plástica de la imagen mental elaborada sobre el musulmán. Las fuentes
escritas permiten interpretar el significado de algunos elementos presentes en los relieves románicos que constituyen rasgos de identificación del musulmán, como la representación
de determinadas armas en las escenas guerreras, algunos gestos, rasgos fisonómicos y
atributos de indumentaria asimilados a los musulmanes. Se ha recurrido igualmente a
fuentes iconográficas como los manuscritos ilustrados, más explícitos por el texto
aclaratorio en la referencia a musulmanes, capaces de suministrar nuevos elementos de
identificación del musulmán. Por otro lado, la observación y clasificación de numerosos
relieves románicos hispanos ha permitido extraer, a su vez, otros indicios gráficos para la
identificación del musulmán, al comprobarse la importancia de la disposición contigua de
los relieves y de la superposición de distintos elementos potencialmente alusivos a los
musulmanes. Las más de 1000 figuras que ilustran el trabajo son resultado de sucesivos
trabajos de campo por el territorio peninsular, que se ha concretado en la documentación
de 252 monumentos románicos, de los que se han obtenido más de 14.600 fotografías. A
estas se suman las cerca de 3.300 imágenes extraídas de diversos estudios, a partir de las
cuales se procedió a la clasificación sistemática del material gráfico en función de los temas
iconográficos. La constatación de la gran difusión de los motivos estudiados ha llevado a
estructurar el discurso del trabajo en torno a los temas figurativos y no por regiones o
iglesias.
Las aportaciones principales de este estudio se concretan en la interpretación de
algunos prototipos iconográficos románicos, habitualmente considerados como carentes de
sentido o burlescos, para inscribirlos en el contexto ideológico de la lucha contra el Islam.
El análisis de temas iconográficos como los caballeros enfrentados, caracterizados
frecuentemente como un cristiano y un musulmán en pleno combate, conduce al estudio
de otras imágenes más herméticas como las de la lucha de un caballero contra un monstruo
o una bestia. Sabemos que el mal era frecuentemente encarnado en fieras, y que la fealdad
y la monstruosidad fueron rasgos propios del demonio. La presencia de caballeros que,
señalados por la cruz, se enfrentan con bestias, permite reflexionar sobre la representación
de los musulmanes bajo forma monstruosa. La identificación del sarraceno con el demonio
en fuentes eclesiásticas y literarias del periodo, y la descripción de los musulmanes con
rasgos bestiales en los cantares de gesta amparan esta hipótesis. Por otro lado, la
identificación del enemigo con el mal fue el soporte de la guerra sacralizada, pues
transformaba la lucha contra un colectivo humano en el combate contra el propio
demonio, en la guerra contra el enemigo de Dios. Así, las representaciones bestiales alusivas al maligno pudieron constituir referencias a los musulmanes en tanto que "avatares
del Anticristo", mientras la imagen de los soldados cristianos como santos y mártires
permitieron reflejar la indulgencia aparejada al combate contra los musulmanes.
La existencia de animales con turbante u otros elementos de identificación del
musulmán en el arte, verifican la hipótesis de que la imagen sirvió de soporte para una
campaña ideológica complementaria a la campaña guerrera contra los enemigos de la
cristiandad. Los centauros arqueros fueron una de esas representaciones bestiales que
permitieron retratar al musulmán, al reproducir con acierto su técnica de montar con arco
en el campo de batalla y al permitir encarnar la idea de los musulmanes como lujuriosos y
bestiales. Los rasgos negroides constituyen otro elemento que permite identificar a los
musulmanes en la escultura, por la asimilación de los negros con los musulmanes en el
contexto inmediato, lo mismo que diversos gestos y rasgos fisonómicos: el gesto de sacar
la lengua, el de tirarse de las barbas, la fealdad, etc. Éstos permiten identificar al
musulmán cuando otros elemento identificativos lo amparan, como los componentes de
indumentaria. También se encuentran atlantes y cautivos que representan a los prisioneros
de guerra musulmanes como emblema de triunfo cristiano y demostración de la
humillación del adversario.
Otra de las aportaciones consiste en el análisis de las figuras prosternadas,
mayoritariamente bestiales, como la representación del musulmán adoptando su
característica postura de rezo. Estas imágenes sirvieron para representar al rival religioso
como un idólatra abandonado a un culto pagano y demoníaco, que es constantemente
referido en las fuentes escritas de la época.
Las conclusiones alcanzadas llevan a entender la imagen románica como un reflejo
de la percepción peyorativa del musulmán formulada por las autoridades eclesiásticas,
siendo en ocasiones un instrumento de legitimación de la guerra contra el Islam. La
escultura románica hispana constituyó un importante eslabón en la cadena de transmisión
de la percepción distorsionada de los musulmanes que adquiere una alta divulgación. De
este modo, estos relieves son una fuente privilegiada para el estudio la imagen mental del
enemigo religioso, forjada en el pensamiento cristiano occidental desde el periodo central
de la Edad Media.[+][-]
Cette étude se penche sur l´interprétation de l´image romane dans le cadre du
contexte idéologique et politique de la lutte contre l´Islam. Dans les siècles de l´art roman
on assiste à l´intensification de la lutte contre al-Andalus et à l´organisation des cCette étude se penche sur l´interprétation de l´image romane dans le cadre du
contexte idéologique et politique de la lutte contre l´Islam. Dans les siècles de l´art roman
on assiste à l´intensification de la lutte contre al-Andalus et à l´organisation des croisades.
C´es aussi le moment de diffusion et de consolidation d´un perception négative des
musulmans stéréotypée et démonisée. Cette image mentale du musulman trouve sa
transposition figurative, étant l´église romane un moyen privilégié pour exprimer la
damnation des musulmans à cause de leurs vices, tout comme le salut spirituel des
combattants impliqués dans la guerre.
Les agents principaux impliqués dans le phénomène massif d´érection d´églises
romanes dans la Péninsule Ibérique, la Papauté, l´ordre clunisienne, et les rois chrétiens
hispaniques, étaient aussi enroulés dans la lutte contre l´Islam où imprégnés de l´idéologie
développée contre celui-ci. Des nombreuses sources écrites témoignent de la présence
d´idées très récurrentes et simplifiantes auprès des musulmans dans un ample domaine
cultural occidental, ainsi que de la propagation d´une vie légendaire de Mahomet
diffamatoire, qui servait à dégrader aussi ses adeptes. Les musulmans son décrits dans les
sources chrétiennes occidentales comme des ennemis territoriales mais aussi spirituels, et
ils sont l´objet d´une distorsion qui les diabolise et les fait porteurs des vices et des
conduites plus injurieuses pour les chrétiens. Il n´y-a pas que les ouvrages théologiques qui
contribuent à la consolidation d´une image péjorative et diabolisante des musulmans, car
ces nuances sont présentes dans les chroniques latines occidentales et dans les chansons de
geste, qui attestent leur intense divulgation. Les reliefs des églises romanes véhiculaient les
valeurs ecclésiastiques de son époque, parmi lesquelles se trouvaient celles de la guerre
sacralisée ainsi que la perception de l´Islam comme démoniaque.
Les contributions de cette étude se matérialisent dans l´interprétation de nombreux
sujets iconographiques romans comme l´incarnation des valeurs de la guerre sacralisée et
comme la représentation diffamatoire du musulman. Certains d´entre-eux étaient
considérés jusqu´à présent comme des images dépourvues de signification où burlesques.
Le parcours iconographique réalisé au long de cette étude a commencé dans le grand nombre de scènes guerrières qui recouvrent les églises comme conséquence du conflit
contre l´Islam. Aux chevaliers affrontés il faut ajouter la représentation des soldats sans
cheval qui portent des instruments guerriers qui permettent leur identification comme des
musulmans ou des chrétiens. Ceux-ci portent dans la sculpture les mêmes armes que les
sarrasins des chansons de geste, parfois utilisées aussi par les musulmans contemporains,
considérées indignes du chevalier chrétien.
La considération de la guerre comme sacrée impliquait la sanctification des
combattants et l´automatique diabolisation des adversaires. Le moyen plus synthétique et
efficace pour exprimer ce concept fut la présentation du combat contre l´Islam comme la
lutte mené en nom de Dieu contre le Malin, comme la lutte soutenue entre le bien et le
mal. On le trouve ainsi exprimé dans les textes monastiques, dans les chroniques et dans
l´épopée, et c´est ainsi qu´on le voit aussi exprimé dans l´art roman. De la sorte que à
côté des représentations de complète ambiance guerrière contemporaine, on trouve
d´autres qui présentent le combat du guerrier contemporain, souvent signalé par une
croix dans son bouclier, contre un dragon où une bête comme incarnations démoniaques.
La disposition usuelle de ces représentations de façon adjacente aux scènes de combat
entre chrétiens et musulmans, et l´existence d´éléments d´identification de ces guerriers
vainqueurs sur le démon, permettent de lire ces images comme la représentation de la
dimension spirituelle assignée à la guerre soutenue contre l´Islam, présentée comme la
lutte du bien contre le mal.
L´idée des musulmans comme un peuple bestial dans les sources écrites sert à les
accuser de luxurieux abandonnés à leurs instincts, ainsi qu´à représenter l´irrationalité qui
les fait demeurer dans leur erreur doctrinale. Le musulman adopte des traits bestiaux,
déformes et monstrueux dans les chansons de geste. Aussi dans l´art roman on retrouve
des figures bestiales et fantastiques qui représentent les musulmans, qui étaient lues dans
un sens métaphorique, car les bêtes et les monstres représentent dans l´art roman
l´incarnation du démon et des hommes damnés. Il s´agit là d´un processus iconographique
qui permet d´exprimer en termes figuratifs la dégradation morale du personnage
représenté, à travers l´emploi de traits monstrueux et bestiales. On voit ainsi proliférer un
imaginaire bestial qui s´interprète, à travers son analyse, comme une transposition de la
perception des musulmans dans certains cas. Une des représentations animalisées du
musulman est celle du centaure archer, qui contient parfois plusieurs traits d´identification du musulman tels que le turban où la physionomie négroïde. L´image du centaure qui
retourne sa poitrine pour tirer sa flèche permet de représenter la technique de monter
employée par les musulmans ibériques et orientaux, ainsi que de matérialiser l´idée des
musulmans comme des êtres luxurieux, aspect qui est aussi symbolisé par d´autres
hybrides tels que l´harpie et la sirène, qui portent un turban et un chaperon pointu dans
certains cas. De cette façon, quelques représentations bestiales présentent des traits qui les
signalent comme l´incarnation de l´ennemi religieux et territorial, érigées comme le
support figuratif de l´image mentale du musulman qu´on retrouve sur les textes chrétiens
occidentaux. Certains éléments du costume musulman permettent aussi d´identifier des
figures bestiales et humaines come images du musulman, car elles forment une image
profondément négative des ennemis religieux, qui comptaient avec des soldats
subsahariens dans leurs armées permettant à la population ibérique de connaitre la
physionomie des noirs. On trouve aussi la représentation des captifs de guerre,
généralement figurés sous le modèle classique de l´Atlante qui supporte le poids du
temple.
L´analyse des quelques gestes et d´autres traits physiques à travers les sources
figuratives et textuelles de l´époque a permis d´établir leur capacité de représenter le
musulman. C´est le cas du geste de se tirer de la barbe comme l´expression de l´échec
guerrier et doctrinal, et de la laideur et la gestualité des figures, qui s´appliquent à
quelques représentations des musulmans, reconnaissables grâce à d´autres traits
d´identification.
Une autre notion associée d´une façon systématique à l´Islam trouve sa transposition
dans les reliefs des églises. Il s´agit de l´imputation de l´idolâtrie aux musulmans, réitérée
dans plusieurs sources écrites, ce qui permet d´interpréter plusieurs figures prosternées
bestiales et humaines comme la concrétion graphique de cette notion.
La méthodologie employé s´est basée sur l´utilisation comparée des sources
textuelles et iconographique pour la définition des traits de représentation du musulman.
Plusieurs éléments d´identification on étés soumis à un analyse qui a permis de les
considérer come des traits propres à la représentation du musulman grâce à l´information
fournie par les sources écrites et par les témoins figuratifs de l´époque, tels que les
illustrations des manuscrits, qui sont plus claires dans l´allusion au musulman par le texte
explicatif. Aussi l´analyse systématique de nombreux reliefs romans à permis d´extraire de nouveaux éléments d´identification du musulman, car on constate que la disposition
adjacente des sujets, ainsi que la superposition d´éléments, permet d´identifier les figures.
Les plus de 1000 figures qu´illustrent cette étude sont le résultat de plusieurs campagnes
photographiques sur un total de 252 monuments romans hispaniques, desquels 14.600
photographies ont été faites. Encore 3.300 images ont été ôtées de plusieurs études, à
partir desquelles j´ai procédé à la classification systématique de toutes les images en
fonction de leur sujet iconographique. La constatation de la grande diffusion des motifs
étudiés a conduit à structurer le discours de l´étude autour des sujets iconographiques et
pas par régions où églises.
Les conclusions extraites de cette étude portent à comprendre l´image romane
comme un reflet de la perception négative du musulman formulée par les autorités
ecclésiastiques, qui arrivait jusqu´à servir comme instrument de légitimation de la guerre.
La sculpture romane hispanique était un important maillon de la chaîne de transmission de
la perception péjorative des musulmans qui arriva à être très divulguée. C´est ainsi que la
sculpture romane constitue une source privilégié pour l´étude de l´image mental du
musulman, élaborée dan la pensée chrétienne occidentale dés la période centrale du
Moyen Âge.[+][-]